Mi 2019


2019 ha sido el año más complicado de toda mi vida. Descubrí el dolor de una forma que no hubiera querido, perdí la cordura y la razón. Creí más que nunca en el humanismo como única forma de educación. Lloré tanto que olvidé como sonreír. Me invitaron a tantos eventos de educación que perdí la cuenta. Mis alumnos demostraron su amor hacia mí mediante sus actos. Me reencontré con personas del pasado, leí tanto que me pude reconstruir. Perdí la cuenta del kilometraje que recorrí este año. Corrí como loca por las madrugadas, hice tanto ejercicio como si el mundo se fuera a terminar. Pensé muchas veces en dejarlo todo e irme a Europa.Confié en quién no debía. Me traicionaron y perdoné. Leí en voz alta, tanto que dentro de mí retumbaban y resplandecían las palabras. Soñé despierta. Amé a todos los seres que me rodean. Estuve presente para mi hijo. Pero sobre todo, viví. Un año más para compartir mi vida con los que quieran estar. Un año más de amor, entrega y pasión. Más filosofía, menos apegos y más amor propio. Mi 2019 no fue mi ideal, pero los ideales nunca son. Agradezco todos los bellos y pésimos momentos que pasé, pues también eso pasará.


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