Procesos


La vida está llena de procesos, de pronto despiertas y ya eres una persona distinta; más vieja, más madura e incluso más tranquila. Nos cuesta trabajo soltar, por ejemplo: no podemos dejar de ir al mismo café porque tal vez no habrá uno mejor o no nos sentiremos igual de cómodos. Mi vida está plagada de procesos, como la de todos, pero a mí se me acumulan de forma agigantada, de un día para otro decidí separarme del hombre que más amo en mi vida, de un día para otro regresé al vicio de fumar, de un día para otro desperté y todavía no llegaba la regla, de un día para otro mi casa se vacío pero se llenó de más de 50 tarjetas navideñas de mis alumnos. Mi hijo siempre está presente, me da consejos y yo a él. De un día para otro decidió que ya no se parecería más a su padre, y que seguiría a pesar de cualquier circunstancias su sueño: ser un bailarín profesional. Ahora estoy aquí sentada en un café decepcionada cada día más de los otros, espero nunca decepcionarme de mí. Si algún día alguien duda de tus acciones y quiere controlarte, llevar un seguimiento a tu proceso, no lo haga compa. Esas cosas dañan de más. En mi proceso yo decido escribir para mí, si los demás me leen y sobreinterpretan no está de más. Cuento los días para continuar con este lento, doloroso y raro proceso, me canso de estar aquí en Aguascalientes. Me canso de permanecer en un estado de inconsciencia, mis meditaciones me curan, mis escritos también. Ya tengo ganas de correr en la selva y encontrarme conmigo misma. Ya quiero ver a mi madre para abrazarla y llorar todo lo que no hemos.


Deja un comentario