El miedo como un obstáculo


El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.

Aldous Huxley (1894-1963) Novelista, ensayista y poeta inglés.

¿Cuántas veces no hemos hecho algo que queremos por miedo a…?

Seguramente ya perdimos la cuenta e incluso nos olvidamos de nuestros deseos. A primera hora leí como siempre en voz alta, el Teatro. Medieval, los padres, pastorelas y autos sacramentales, por un momento sentí miedo a creer. Desde pequeña me enseñaron que debo creer en todo, pero nunca me dijeron que primero debo creer en mí. Luego, dirigí a mis alumnos al patio, les puse calentamiento básico que ya se aprendieron. Después era hora de sentir el cuerpo. ¿Neta?, en clase de teatro les debemos enseñar a sentir el cuerpo, para que confíen en sí mismos, crean que ellos pueden expresarse. Hicimos un círculo y quién se moviera de la postura indicada pasaría a sentir su cuerpo frente a todos. La resistencia a sentirse nos superó, no fue un fracaso porque ocho se animaron a sentirse. El miedo al qué dirán, a hacer el ridículo nos hace no sentir. Pasa por mi mente aquellas prácticas de escritura con los jóvenes de primero de secundaria, cuando vaciaban su mente y al mismo tiempo berreaban sin parar, sin saberlo estaban enfrentándose al dolor. El miedo a lo desconocido, sin saber siquiera que ahí estamos nosotros mismos. Los desconocidos que a ratos nos perdemos por pensar en el qué dirán, en el cómo me veré, o qué pensaran. El universo debe girar primero alrededor de nosotros, después el miedo desaparecerá y la valentía florecerá. No teman. Hace 13 años me caí de un caballo, me pisó la pierna y nunca más quise volver a subirme. Ahora puedo decir que ese miedo ya lo vencí.